Áreas Protegidas

Hace 150 millones de años, en el período Jurásico medio superior, el área que ocupa este parque nacional presentaba un clima estable con abundante humedad. Se desarrollaban densos bosques con árboles gigantescos, entre los que merecen destacarse antiguos parientes de los pehuenes (araucaria). Al inicio del período Cretácico, erupciones volcánicas, que coincidieron con el inicio del levantamiento de la cordillera, sepultaron con ceniza y lava vastas extensiones del territorio patagónico. Parte de los bosques cubiertos por cenizas fueron sometidos a procesos de petrificación.

Ecosistema
El Parque Nacional Bosques Petrificados de Jaramillo se encuentra emplazado en la vasta ecorregión de la Estepa Patagónica.
Clima
Frío, árido y ventoso, con gran amplitud térmica diaria. Las temperaturas medias son de 19° C en verano (con máximas de hasta 40 ° C) y 7° C en invierno (con mínimas de -15° C); hasta 200 mm anuales de lluvia, concentrados en la época invernal; nevadas de consideración en los meses más fríos; vientos predominantes del oeste a un promedio de 70 km/h, con ráfagas superiores a los 140 km/h. La temporada ideal para visitarlo es primavera y verano. Caleta Olivia (ciudad ligada a la explotación petrolera), Puerto Deseado (reservas naturales Ría Deseado, Cabo Blanco, Isla Pingüino y Bahía Laura) y Puerto San Julián (salidas en lancha para avistar toninas overas y apostaderos de aves marinas; Estancia La María, con su excepcional colección de arte rupestre).
Flora y fauna
En ese lugar, que hoy es inhóspito para muchas especies, se desarrolló un gran y exuberante bosque de araucarias ancestrales (Araucaria miriabilis) junto con especies de pinos, helechos, cicas y benetitales semejantes a palmeras (hoy extintas). Hace 150 millones de años el paisaje era muy diferente al actual. Por ejemplo la Cordillera de los Andes no existía como tal y en su lugar se extendía el mar. La ubicación, más cercana al ecuador, fomentó un clima más calido y húmedo. Hoy, restos de troncos de hasta tres metros de diámetro y más de treinta de largo son testimonio ineludible de ese pasado lejano. Como representantes de la fauna local actual se pueden observar, entre las aves: choiques, loicas y tucúqueres, un enorme búho y entre los mamíferos más conspicuos guanacos, piches y zorros grises.